Tu madre lo significa todo para ti. No solamente te ha dado la vida, sino que te ha cuidado y apoyado durante todos estos años y no sabes qué harías sin ella.
Por eso no es de extrañar que a la hora de querer regalarle algo quieras que sea especial.
Los amantes de la flores sabemos que hay algo especial detrás del acto de regalar flores. Por una parte, eliges regalar un trocito de naturaleza, de vida. Es una manera de reivindicarte en contra del materialismo y la acumulación de bienes innecesarias. Pero hay algo más, algo difícil de describir con palabras: valorar lo intangible.
Regalar flores es un regalo tanto para el que lo entrega como para el que lo recibe, a todos nos gusta recibir flores.
Por mucho que hayan cambiado los tiempos, hay cosas que nunca cambian y regalar flores te toca la fibra. Ocurre cuando recibimos flores y también cuando recibimos correspondencia, ¿quién no se emociona al recibir una postal o una carta? ¡Imagínate la reacción si la acompañas con una flor! Se trata de un detalle mucho más personal.
Y aquí otra clave de la belleza de las flores: es precisamente su duración. Valoramos más aquello que sabemos que va a desaparecer.
Cada mujer es un mundo. A la hora de regalarle flores a tu madre ten en cuenta sus gustos:
Si lo tienes claro, puedes ir directamente a por sus flores favoritas.
Un ramo de flores silvestres es el regalo ideal para esa madre aventurera y amante de la naturaleza. Puedes incluir distintos tipos de flores y combinarlas entre ellas.
Las protagonistas son las amapolas, los girasoles y las margaritas. Como complementos puedes usar distintas hiedras o ramas de eucaliptos para darle un toque campestre y rural.
Puede que tu madre sea una mujer dicharachera y espontánea, lo que viene siendo la alegría de la casa. En ese caso seguro que adora los colores vivos y un ramo de claveles o peonias serán perfectos para acompañar su entusiasmo por la vida.
Cuando piensas en tu madre las palabras que te vienen a la mente son elegancia y sofisticación: tu madre es una mujer educada y tranquila, que sabe guardar las formas ante cualquier situación.
Por eso lo que ella necesita son flores que trasmitan ese carácter. Pero no sólo por su forma y color, sino también por su perfume. Acertarás si le regalas orquídeas o lilliums en colores blanco o pastel.